En todos los centros penitenciarios dependientes de la Secretaria General, la oferta deportiva es amplia y variada. En las 70 cárceles encontramos programas de intervención que tienen como objetivo principal la práctica de algún deporte, desde el fútbol o el baloncesto, más populares, hasta el ajedrez, disciplina más minoritaria. Así, durante la temporada 2013/2014, un total de 28.717 internos realizan algún deporte en prisión, más de la mitad de las personas que están en prisión en la actualidad. El beneficio que reporta el ejercicio es evidente en el discurrir del día a día de los presos, ya que les permite organizar su tiempo libre, mejorar sus habilidades sociales y de relación con los demás, minimizar la tensión y reducir las posibilidades de incidentes y conflictos con sus compañeros o funcionarios.