Más de la mitad de las personas que se encuentran en prisión practican actividades físico deportivas

En todos los centros penitenciarios dependientes de la Secretaria General, la oferta deportiva es amplia y variada. En las 70 cárceles encontramos programas de intervención que tienen como objetivo principal la práctica de algún deporte, desde el fútbol o el baloncesto, más populares, hasta el ajedrez, disciplina más minoritaria. Así, durante la temporada 2013/2014, un total de 28.717 internos realizan algún deporte en prisión, más de la mitad de las personas que están en prisión en la actualidad. El beneficio que reporta el ejercicio es evidente en el discurrir del día a día de los presos, ya que les permite organizar su tiempo libre, mejorar sus habilidades sociales y de relación con los demás, minimizar la tensión y reducir las posibilidades de incidentes y conflictos con sus compañeros o funcionarios.

Teniendo en cuenta todos estos factores beneficiosos, la Administración penitenciaria lleva a cabo Programas Individualizados de Tratamiento, en los que se concretan las características de los internos, su conducta, su situación familiar, su perfil psicológico y delincuencial, su nivel educativo, sus intereses, motivaciones y aficiones, entre ellas, también, las deportivas. Las actividades relacionadas con el ejercicio físico son las que más demanda los internos.

Los profesionales penitenciarios abordan las prácticas deportivas desde tres ámbitos diferentes: recreativo, competitivo y formativo.  El primero, el área recreativa, pretende llegar al mayor número de internos desde una perspectiva lúdica y de tiempo libre. Las actividades más demandadas son el fútbol sala, baloncesto, tenis de mesa, frontenis, atletismo, voleibol, gimnasia, culturismo y ajedrez.

Mientras, las disciplinas de competición aportan una motivación extra para todas las personas que lo practican. Además, propician que los participantes desarrollen sus capacidades de manera individual y colectiva, dependiendo del tipo de deporte que sea. En las prisiones se pueden encontrar torneos internos, intercentros o competiciones federadas. Éstas últimas permiten la competición con colectivos no penitenciarios, con lo que se fomenta la relación con el exterior. La colaboración entre las prisiones y las Federaciones Deportivas Territoriales son fundamentales para llevar a cabo esta tarea.

El tercer y último campo de acción en las prácticas deportivas es el formativo, que se desarrolla a través de cursos o de escuelas deportivas. Los internos adquieren conocimientos teóricos y prácticos, que imparten especialistas, con el aprendizaje de écnicas, tácticas y estrategias, cuyo objetivo final es el dominio de la disciplina deportiva elegida. Al final de la enseñanza, los internos obtienen una titulación, que les permite ejercer como técnicos con otros grupos dentro de la prisión, y les brinda una alternativa laboral, una vez cumplen sus condenas.

El éxito de estos programas se debe también a la implicación de entidades deportivas externas a la prisión. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la Federación Española de Baloncesto (FEB), la Fundación Real Madrid, la Fundación del Atlético de Madrid, el Centro de Iniciativas para la Cooperación ‘Batá, la Federación de Tenis de Madrid y el Club de Ajedrez Magic de Extremadura son algunos organismos con los que Instituciones Penitenciarias trabaja para ofrecer una amplia oferta de actividades.

En materia futbolística y en el ámbito competitivo, destaca el campeonato intercentros “Trofeo Real Federación Española de Fútbol”. Es la RFEF quien organiza este evento que arranca con una liga interna entre equipos de una misma prisión, le sucede una autonómica y al final un encuentro a nivel nacional. Se complementa con cursos de monitor deportivo y de árbitro y salidas programadas. Desde que está en vigor este acuerdo, unos 10.700 internos han participado en alguna de las acciones organizadas con la RFEF.

Mientras, el  convenio con la Fundación Real Madrid lleva más de nueve años en vigor. El objetivo con el que nació esta colaboración fue impulsar escuelas deportivas de fútbol y baloncesto entre internos e internas y está presente en 20 centros penitenciarios.

El programa ‘Baloncesto Sin límites’ de la Federación Española de Baloncesto, centrado en esta práctica deportiva entre las mujeres reclusas, está en vigor en siete prisiones. Más de 1.000 internas se han beneficiado desde su puesta en marcha. Las interesadas en adquirir conocimientos sobre arbitraje también pueden optar al curso especializado organizado por la FEB. Además, jugadores de renombre como Romay o las jugadoras Amaya Valdemoro y Laia Palau han compartido su tiempo con las internas en diferentes centros penitenciarios donde se lleva a cabo este programa.

Por otra parte, el programa deportivo ‘Ajedrez para la integración’, desarrollado por el Club de Ajedrez Mágic de Extremadura, ha conseguido el reconocimiento de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias al otorgarle la Medalla al Mérito Social Penitenciario 2012. Esta actividad, desarrollada en Cáceres y Badajoz, considera el ajedrez como herramienta fundamental para el fomento de un pensamiento estratégico que permite a los internos afrontar su vida en libertad con más posibilidades de éxito.

Los centros penitenciarios andaluces cuentan, a su vez, con las actividades organizadas por el Centro de Iniciativas para la Cooperación ‘Batá. Gracias al convenio que tiene Instituciones Penitenciarias con esta entidad, se trabaja en proyectos de animación sociocultural, de educación físico deportiva, de formación profesional ocupacional, de mediación penal y medidas alternativas a la privación de libertad. Asimismo, en ámbito regional sobresalen los acuerdos con la Fundación Club Atlético Osasuna y la Fundación Atlético de Madrid.